A la ciudad menos asequible del mundo para comprar una vivienda y con la plaza de aparcamiento más cara del planeta, se suma ahora el edificio de oficinas más costoso del globo. Hong Kong, una de las metrópolis con mayor desigualdad de Asia, no cesa de incorporar unos títulos que para buena parte de los residentes no suponen algo de lo que presumir sino más bien una contribución a tener que apretarse el cinturón cada vez más para afrontar los estratosféricos precios de la vivienda.
Con 73 plantas y en pleno centro financiero de la isla de Hong Kong, esta afilada construcción -parte del escenario de la película de Batman “El Caballero oscuro”- ha sido adquirida por CHMT Peaceful Development Asia Property Limited, una compañía cuyo accionariado pertenece en un 55% a la empresa China Energy Reserve & Chemicals Group (CERG).
Pese a compartir la propiedad, la compraventa de este megabloque ha vuelto a poner sobre la mesa el cada vez mayor interés de los empresarios e inversores de la China continental en los bienes inmuebles de la Perla de Oriente. «La demanda de los (chinos) continentales sigue siendo fuerte y los controles de salida del capital no pueden ser tan estrictos como muchos inversores piensan», escribió en un comunicado Raymond Cheng, director de investigación de propiedades de Hong Kong y China en CIMB Securities. «Esperamos que esta transacción establezca un punto de referencia para futuras transacciones de oficinas», agregó.
Los rascacielos de la metrópolis cuentan con los alquileres más altos del mundo, según un informe de Knight Frank. Dicho estudio apunta a que los costos de arriendo son cuatro veces mayores que en Singapur y estima que ese aumento del alquiler continuará siendo fuerte debido a la afluencia de inquilinos de la China continental, un hecho que favorece una burbuja inmobiliaria que a su vez incrementa el precio de la vivienda ahogando a muchos de sus residentes.